¡Ay qué nadar de alma es este mar! ¡Qué bracear de náufrago y qué hun… y hacerse a flote y otra vez hundi… ¡Ay qué mar sin riberas ni horizon… ni barco que esperar! Y qué agarra…

Acaso en esta primavera no florezc…

¿Y esa luz? —Es tu sombra...

Muchas cosas me dieron en el mundo…

¿En la vara de Moisés, el de la cabeza flamígera, o en aquella humilde, reseca piedra del desierto? ¿O estaba, desde antes, en la enfebrecida sed, capaz de fecundar arroyos en cada pied...

Cuando yo era niña, mi madre, siguiendo una tierna tradición entre las festividades religiosas, gustaba de enviarme por el mes de mayo a ofrecer flores a la Virgen María en la vieja igl...

En el valle profundo de mis triste… inconmovible y silencioso como una… Eres de la raza del sol: moreno, a… a resinas silvestres. Eres de la raza del sol, y a sol m…

Yo guardaré para ti las últimas ro… Porque no hayas sembrado, no tenga… Ninguno firme como el tuyo, ningun… Yo salvaré la casa y el jardín; yo… Pero yo guardaré para ti las últim…

Te amo con un amor que puede alcan…

Todavía puedes poner tu dedo y tap… Todavía. Todavía, si tú me dices que está c…

¡Cómo se ha llenado de ti la soled… La soledad me huele a ti como si e… ¡Cómo está llena de ti la soledad,…

¡Qué mar negro me circunda! ¡Qué ola me va a envolver! Voy a hacer con mi esperanza un barquito de papel... Lo echo al mar... ¡Y que navegue!

Al atardecer iré con mi cántaro azul al río, para recoger la última sombra del paisaje mío. Al atardecer el agua

Pasaste por mi corazón como el tem…