¡Cómo se ha llenado de ti la soledad!
La soledad me huele a ti como si estuvieras dormido en ella, como si esta soledad mía sólo fuera la almohada en que pones la cabeza, la sábana que te envuelve, blanca y tibia...
¡Cómo está llena de ti la soledad, cómo te encuentro, y cómo te amo, y cómo me muero en ti, en ella!