#1953 #EscritoresCubanos #EscritoresHabaneros #PoemasSinNombre
Hierro apretado a mi frente (allá una espuma ligera...) Hierro apretado a mi frente (afuera es la primavera) Hierro apretado a mi frente
¡Ay qué nadar de alma es este mar! ¡Qué bracear de náufrago y qué hun… y hacerse a flote y otra vez hundi… ¡Ay qué mar sin riberas ni horizon… ni barco que esperar! Y qué agarra…
Si estás arriba..., ¿por qué no ba… Si estás abajo..., ¿por qué no sub… Si estás lejos..., ¿qué hacen los… Si estás cerca..., ¿qué hace mi co…
Era buena la Vida: Había rosas. Unos minutos antes me había sonreí… Pasó volando y me rozó la frente. No sé por dónde vino
María salió temprano esta mañana a visitar a su prima Isabel. El huerto de la prima no está lejos, ella puede verlo desde el suyo, bordeando el altozano de las cabras, al pie de un bosq...
Por la tarde, a contraluz te pareces a San Miguel Arcángel. Tu color oxidado,
Las hojas secas..., ¿vuelan o se c…
Como todos los niños, cuando yo lo era, solía preguntar a mi madre de dónde me habían traído... Y como todas las madres, fabricaba la mía para contestarme, una tierra de leyenda o escog...
A mis pies la hoja seca viene y va con el viento; hace tiempo que la miro, hecho un hilo, de fino, el pensami… Es una sola hoja pequeñita,
Era mi llama tan azul, que por muc… Después, la llama aquella quemó el…
Yo conozco el camino que este rosal ha hecho recorrer a su rosa hasta abrirle hueco hacia la luz en la trémula punta del cáliz. Yo casi acertaría a verlo filtrándose a su flor a través ...
Si pudiera escogerlas libremente entre las más brillantes o las más obscuras; si te fuera dado entresacarlas con mano trémula, como hace ante las piedras preciosas el orfebre encargado ...
Recortado del raso con que forran las cajas de los muertos; gustador de óleos místicos y sangre de corderos. Tú sabes los caminos de la noche
Que la vida no vaya más allá de tu… Que yo pueda caber con mi verso en… que tus brazos me ciñan entera y t… sin que afuera se queden ni mi sol… Que me sean tus brazos horizonte y…
Ayúdame, Señor, a ser lo que Tú h… O déjame saber que no lo has queri…