Es de noche en la ciudad todos duermen menos el sonido palpitante del corazón del tiempo latiendo acompasadamente

alejo de mí mis propias esperanzas para alojarme de presente cuerpo en tu mirada.

Tener un lugar para llorar por nuestros muertos en paz. Ésa es la razón

Es otra vez de noche y en general la casa duerme. Una voz en la radio dice últimas palabras.

Estoy casi muerto y sin embargo siento latir mi corazón. Una especie de rebuscada finura

Vi cómo los perfiles del tiempo se posaban levemente en mi piel dejando una marca.

Frescas magnolias recuerdan el mar mar antiguo donde besé una tarde las frescas entrañas de la muerte. Después fui una pequeña planta marina

Nada sé de la magia que transforma mi propia carne en versos. Al caer en Madrid huyendo de mi P… más que un camino lleno de aventur…

Soy una sed enamorada de sí misma. Un poeta y el vértigo de serlo un pequeño genio y su locura. Abran las puertas para que pase el que no pudo

Piel abrochada a mi garganta piel de pieles. el hombre que buscaba no existe ni siquiera en mí. Retrocedo todo

La sabiduría es un arte y ama la muerte. Temblar es lo que necesita el hombre para vivir.

Soy una leve palabra desiertos de silencio. Hoy tengo una pequeña

Dejo de latir dejo de ser el pulso donde antaño vibrara el Universo. Delicadamente me entrego a las argucias del amor

Volver volver volver hundirme en la lujuria de ese canto hundirme hasta no poder más.

Busco sigo buscando entre las esperanzas. Ato mi razón descuelgo de ella un sinsentido.