#EscritoresArgentinos
Atado por mis vicios a sórdidas cadenas me oculto para no ser el vuelo de los pájaros. Del brazo de la muerte
Estoy casi muerto y sin embargo siento latir mi corazón. Una especie de rebuscada finura
Hoy como nunca amé mi cuerpo en soledad. Hoy como ayer fui el amante infernal. Hoy no llegué muy lejos.
Dame tu pan y mi alegría era ser tu pan. Dame tu leche y mi alegría era darte mi leche. Dame tu carne y mi alegría
Él era mi padre y caminaba siempre unos pasos delante de todas las mujeres. Yo era su hijo y lo reconocía siempre
Sin buscar sentidos sin buscar sentidos a veces no se puede vivir. Buitre acostumbrado
Soy una sed enamorada de sí misma. Un poeta y el vértigo de serlo un pequeño genio y su locura. Abran las puertas para que pase el que no pudo
Ni como tú. Ni como yo. Si es necesario para vivir que muera todo. La Poesía
Frutos y ópalos nevados para mi ni… Madre entre sueños aparecía y desa… Siempre recordaré aquel perfume de… Algarabía y viento sus cabellos pe… Yegua del oprobio ato a tus ancas…
Viví como pude todo este tiempo hambriento ya nadie convencí. Llegaron a pensar
Fuimos perdiendo en el camino nuestro deseo de liberarnos. Entre las cadenas el goce de la carne era bestial. El microscopio
Es necesario romper el equilibrio hay que llamar al orden a las fuerzas del orden. Hay que temer de los inocentes los inocentes
Es un verso que de habérmelo propuesto lo hubiera escrito yo. Mi voz la palabra publicada tiene mi voz.
Tener un lugar para llorar por nuestros muertos en paz. Ésa es la razón
Días para recordar todo lo que no se pudo. Esos días que los muertos vienen en tropel a preguntar