#EscritoresEspañoles
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,