#EscritoresEspañoles
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Después de haber visto el mundo, a través de una botella, durante más de quince años, ahora –pasada ya la cumbre de la r…
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,