#EscritoresEspañoles
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Lentos por las aceras, inmóviles en las repisas, aovillados
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,