Manuel José Othón

Y no sabré decirte...

Irás por el camino gloriosamente quieta
glosando los perfumes y las cadencias todas,
y en torno de tus ojos lucirá la violeta
y en tu traje la nieve....así como en las bodas.
 
Te besarán las trenzas los hombros soberanos,
los hombros escultóricos de mármoles morenos,
y un beso de crepúsculo habrá sobre tus manos,
y una eclosión de rosas habrá sobre tus senos.
 
Tus labios milagrosos dirán romanzas nuevas
—asombro de los pájaros y amor de los caminos—
y el viento jovialmente dirá: ¿Por qué te llevas
todo lo que de dulce conservo de los trinos?
 
La fiesta de los campos será, por ti, completa:
las voces del arroyo serán, por ti, de plata;
y el cielo habrá de darte su lírica paleta
bañándote en sus tintas como una catarata.
 
Y al ver cómo te nimbas de luz y palideces
vestida con el traje de gala de las flores;
y al ver tus verdes ojos, y al ver que resplandeces
bajo la insigne llama del sol de los amores;
 
y al dejo de fragancias que dejen tus aromas,
y al ver que recibirte me apresto en el sendero...
habrá sobre las almas un vuelo de palomas...
¡y no sabré decirte lo mucho que te quiero!
Preferido o celebrado por...
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