Llueve. Del sol glorioso los rayos fulgurantes refléjanse en el agua, cual sobre níveo tul. Topacios encendidos

No apartes, adorada Musa mía, tu divino consuelo y tus favores del alma que, nutrida en los dolor… abrasa el sol y el desaliento enfr… Aparece ante mí como aquel día

En la intrincada senda, y en el ro… peñón, y en la monótona llanura, no queda ya ni un resto de verdura… ni una brizna de hierba, ni un abr… Tan sólo cuelga su último despojo

Del mar de Chipre en la rosada or… blonda, a través de transparente b… aparece flotando entre la espuma de Citeres la virgen sin mancilla. Es blanca la color de su mejilla

Todo es cantos, suspieros y rumore… Agítanse los vientos tropicales zumbando entre los verdes carrizal… gárrulos y traviesos en las flores… Bala el ganado, silban los pastore…

Sobre el tranquilo lago, occiduo e… flota impalpable y misteriosa brum… y a lo lejos vaguísima se esfuma profundamente azul, la serranía. Del cielo en la cerúlea lejanía

Es la suprema floración del año. Ya la niebla no oculta los bohíos y los nidos del bosque, ayer vacío… están llenos de pájaros hogaño. Los vernales deshielos, como un ba…

Mira el paisaje: inmensidad abajo, inmensidad, inmensidad arriba; en el hondo perfil, la sierra alti… al pie minada por horrendo tajo. Bloques gigantes que arrancó de cu…

¡Qué enferma y dolorida lontananza… ¡Qué inexorable y hosca la llanura… Flota en todo el paisaje tal pavur… como si fuera un campo de matanza. Y la sombra que avanza, avanza, av…

En la estepa maldita, bajo el peso de sibilante brisa que asesina, irgues tu talla escultural y fina como un relieve en el confín impre… El viento, entre los médanos opres…

Ya de Gliceris la mirada ardiente… de las blondas pestañas bajo el ma… hizo latir tu corazón, y en tanto probaste el agua en la Castalia fu… Viste bañarse en la húmeda corrien…

Coge la lira de oro y abandona el tabardo, descálzate la espuela, deja las armas que para esta vela no has menester ni daga, ni tizona… Si tu voz melancólica no entona

En las noches tediosas y sombrías buscan su nido en mi cerebro enfer… plegando el ala ensangrentada y ro… mis antiguos recuerdos. No vienen como alegres golondrinas

En tus aras quemé mi último incien… y deshojé mis postrimeras rosas. Do se alzaban los templos de mis d… ya sólo queda el arenal inmenso. Quise entrar en tu alma, y ¡qué de…

Resplandece la bóveda infinita con el fuego abrasante del verano y, en la inmensa extensión, el sob… elemento prolífico palpita. La vida, como el alma de Afrodita…