#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX (1924) Rondas Ternura
Ven, hermano, ven esta noche a rezar con tu hermana que no tien… hijo ni madre ni casta presente. Es amargo rezar oyendo el eco que un aire van y un muro devuelve…
¡Ay! ¡Juguemos, hijo mío, a la reina con el rey! Este verde campo es tuyo. ¿De quién más podría ser? Las oleadas de la alfalfa
Amo las cosas que nunca tuve con las otras que ya no tengo: Yo toco un agua silenciosa, parada en pastos friolentos, que sin un viento tiritaba
Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la aren… y que la arena se la tragó el mar. Y que del mar la pescó un ballener… y el ballenero llegó a Gibraltar;
Algo se asoma y gestea y de vago pasa a cierto, un largo manchón de noche que nos manda llamamientos y forra el pie de los Andes
Árbol de fiesta, brazos anchos, cascada suelta, frescor vivo a mi espalda despeñados: ¿quién os dijo de pararme y silabear mi nombre?
Ya tumbó el viento extranjero los costados de mi casa. Llegó como la marca manchado y fétido de algas y ya encontró y aventó
Todavía, todavía esta queja doy al viento: los que siembran, los que riegan, los que hacen podas e injertos, los que cortan y cargan
En donde Chile cansado por fin de rutas y espacio quiere morir como todos, gacela, coyote o ganso, él empecinado aún
Yo canto lo que tú amabas, vida mí… por si te acercas y escuchas, vida… por si te acuerdas del mundo que v… al atardecer yo canto, sombra mía. Yo no quiero enmudecer, vida mía.
¿Qué tendrán las piedras pardas y los pedriscos y el légamo que al más cascado lo llevan alácrito de ardimiento? Es como que el Valle hace
Si me dais una estrella, y me la abandonáis, desnuda ella entre la mano, no sabré cerrarla por defender mi nacida alegría. Yo vengo de una tierra
La bruma espesa, eterna, para que… me ha arrojado la mar en su ola de… La tierra a la que vine no tiene p… tiene su noche larga que cual madr… El viento hace a mi casa su ronda…
Una casa va naciendo en duna californiana y va saltando del médano en gaviota atolondrada. El nacimiento lo agitan
Del hombre fugitivo sólo tengo la huella, el peso de su cuerpo, el viento que lo lleva. Ni señales ni nombre,