II. Algo se mueve
POEMARIO: LA HUELLA INVISIBLE
Hay días en que todo tiembla.
No afuera,
sino adentro,
en ese rincón del pecho
que creí sellado.
Entonces me miro en el vidrio del café
y no me reconozco.
¿Este que tiembla por una sonrisa
fue alguna vez invencible?
No lo sé.
Pero hay una palabra que me arde la lengua
y no sé decirla.
Ni callarla.