Fábula
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Cierta viuda, joven y devota, cuyo nombre se sabe y no se anota, padecía de escrúpulos, de suerte que a veces la ponía a la muerte. Un día que se hallaba acometida
Un miserable Enfermo se moría, Y el Médico importuno le decía: «Usted se muere; yo se lo confieso… Pero por la alta ciencia que profe… Conozco, y le aseguro firmemente,
Un triste raposo por medio del llano marchaba sin piernas, cual otro soldado, que perdió las suyas
Poco antes de morir el corderillo lame alegre la mano y el cuchillo que han de ser de su muerte el ins… y es feliz hasta el último momento… Así, cuando es el mal inevitable,
Estaba un ratoncillo aprisionado en las garras de un león; el desdi… en la tal ratonera no fue preso por ladrón de tocino ni de queso, sino porque con otros molestaba
El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada. El estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horiz...
Un inhábil y hambriento zapatero en la corte por médico corría: Con un contraveneno que fingía ganó fama y dinero. Estaba el Rey postrado en una cam…
Entre sus fieras garras oprimía Un Tigre a un Caminante. A los tristes quejidos al instante Un León acudió: con bizarría Lucha, vence a la fiera, y lleva a…
Lloraban unos tristes pasajeros viendo su pobre nave combatida de recias olas y de vientos fieros… ya casi sumergida, cuando súbitamente
Una Perdiz en celo reclamada Vino a ser en la red aprisionada. Al Cazador la mísera decía: «Si me das libertad, en este día Te he de proporcionar un gran cons…
Llevado de la dulce melodía del cantico variado y delicioso que en un bosque frondoso las aves forman saludando al día, entró cierta mañana
De la rama de un árbol un carnero degollado pendía; en él a sangre fría cortaba el remangado carnicero. El rebaño inocente,
Vivía en un granero retirado un reverendo búho, dedicado a sus meditaciones, sin olvidar la caza de ratones. Se dejaba ver poco, mas con arte;
Una tortuga a una águila rogaba la enseñase a volar; así la hablab… «Con sólo que me des cuatro leccio… ligera volaré por las regiones; ya remontando el vuelo
Débil y flaca cierta comadreja, no pudiendo ya más de puro vieja, ni cazaba, ni hacía provisiones de abundantes ratones, como en tiempos pasados,