Viento del tiempo
Cada soplo, un instante, un segundo perdido,
una brisa que traza su forma en el ruido.
Cada brisa es un pulso que el aire desgrana,
un latido invisible que el tiempo desgrava.
Cada pulso es un eco que vuelve y regresa,
una sombra del viento que nunca se aleja.
Cada eco, un latido que tiembla y se esconde,
un compás que dibuja senderos y nombres.
Cada latido es un rastro que el aire conserva,
una huella sin huella que el mundo preserva.
Cada rastro es un hilo, un fulgor que no calla,
un susurro de siglos que al viento se embalsa.
Es un hilo la vida, su trémulo intento,
en la brisa que pasa, en el viento del tiempo.
