En un mundo donde reina la fragilidad,
Solo los débiles de espíritu causan dolor,
Pues aquellos con fuerza y bondad,
Saben que en la empatía reside el verdadero valor.
Ofender al más débil es signo de flaqueza,
De no comprender la grandeza del corazón,
Pero aquellos que alzan su voz con gentileza,
Son los verdaderos héroes de la razón.
En la suavidad y la comprensión se encuentra la fuerza,
En la empatía y el respeto florece la verdadera grandeza,
Porque solo aquellos con verdadero temple,
Son capaces de elevar al débil sin violencia.
Que nunca se apague la luz de la compasión,
Que sea faro en la oscuridad de la intolerancia,
Porque en el amor y la unión está la verdadera canción,
Que guía al débil con fortaleza y esperanza.
Solo los débiles de espíritu, pueden ofender al más débil.