Ha llegado la brisa de abril risueña,
con su risa ligera y su luz de fuego,
ha tocado la tierra con dulce ruego
y en cada rama un verde nuevo sueña.
Despiertan los campos y el aire canta,
la flor se abre al sol, pura y risueña,
en su perfume la vida se adueña
del corazón que late y se levanta.
Es un susurro fresco de esperanza,
un revivir que envuelve y nos conquista,
un dulce resplandor que nos alcanza.
Oh, primavera, danza y no desistas,
pues en tu flor y en tu amor avanza
la eterna promesa que al mundo asistas.