Cantame una vidala, oh dulce melodía
De la tierra andina, de la Pachamama
Que con su canto y su danza, nos llena de alegría
Y nos conecta con la naturaleza sagrada.
Desde las altas montañas hasta el mar
Esta vidala resuena con su son
Es el alma de un pueblo que nunca dejará
De cantarle a su tierra, con amor y pasión.
Sus versos son como un río que fluye
Llevando consigo la esencia de la vida
De los sueños y anhelos, de la fe que se construye
En cada corazón que sigue su melodía.
Cantame una vidala, con tu voz de armonía
Que me transporte a un mundo de colores
Donde la tierra y el cielo se unen en poesía
Y los corazones laten al ritmo de sus amores.
En cada nota, se escucha la voz de los ancestros
Que nos enseñan a amar y a cuidar
De la Madre Tierra, nuestro hogar verdadero
Y de cada ser vivo que en ella habita sin cesar.
Cantame una vidala, que me haga sentir
La fuerza de la tierra y la magia del cielo
Que me haga volar y me haga vivir
En un mundo de paz y de amor eterno.
Porque en cada vidala hay una historia
De un pueblo que lucha y nunca se rinde
Que con su canto y su danza, encuentra la gloria
Y en su unión, la esperanza siempre resplandece.
Cantame una vidala, que me llene el corazón
Con su mensaje de amor y de unidad
Que me haga recordar que somos uno
Con la tierra, con el cielo y con la humanidad.
Y así, al son de la vidala, cantaremos siempre
A nuestra tierra, con gratitud y devoción
Porque ella es nuestra madre, nuestra fuente de vida
Y su canto, será eterno en nuestro corazón.