Ardo en deseos de ti, mi amada,
Tu presencia me enciende y me inflama,
Pues tu belleza me tiene embrujado
Y tu amor es la llama que me ama.
Siento en mi piel el fuego de tus besos,
Que recorren mi cuerpo con anhelo,
Despertando pasiones contenidas
Que me elevan más allá del cielo.
Cuando te tengo entre mis brazos,
Mi alma se funde con la tuya en danza,
Y en ese instante nada más importa
Que entregarnos sin fin a la esperanza.
Eres la musa que inspira mi vida,
La pasión que me abrasa sin medida.