Canto a la Tierra
Bajo el sol que arde, el camino se extiende
Polvoriento y solitario, sin sombra que lo atiende.
Mas en mi pecho vibra la esperanza, el canto
Que me guía hacia un mundo más allá del quebranto.
La tierra árida se abre, fértil, ante mis ojos
Y en el horizonte se alzan montes altaneros, rojos.
Siento el viento en mi rostro, la fuerza de la vida
Que me llama a seguir, a no perder la brida.
Avanzo paso a paso, con el alma encendida
Por el fuego que arde dentro, que aviva mi partida.
Sé que al final del camino hallaré la respuesta
A los sueños que guían mi andar, mi ruta incierta.
Mas no importa el sendero, pues mi fe no se quiebra
Y en mi corazón resuena el canto de la Tierra.
Ella es mi guía, mi fuerza, mi eterna compañera
Que me lleva a descubrir la luz que siempre espera.
