Ámame
Ámame como el cielo ama a la tierra,
con una devoción eterna e inconmensurable.
Ámame como el río ama a su cauce,
fluyendo incansable hacia ti.
Ámame como el ave ama a su nido,
anhelando el regreso a tu calor.
Ámame como la luna ama a las mareas,
ejerciendo sobre mí tu gravitacional poder.
Ámame sin medida, sin condiciones,
entregándome todo lo que eres.
Ámame con la fiereza del huracán,
arrasando con delicadeza mi ser.
Que tu amor sea mi alimento y mi sustento,
la fuerza que me impulsa a vivir.
Que tus besos sean mi tormenta y mi consuelo,
mi principio y mi fin.
Pues sin ti, mi amada, no soy más que un barco a la deriva,
un árbol sin raíces, una flor marchita.
Ámame, te lo imploro, con la intensidad del rayo
que ilumina y sacude mi corazón en la noche.
Estilo de Fernando Maldonado:
