Yo tengo para el árbol mil loores
porque el árbol a todos da consuelo;
ofrece grata sombra a los pastores
y refugio a los pájaros del cielo.
Porque de los humildes labradores
él premia la fatiga y el desvelo.
Para libar en sus fragantes flores
las mariposas van en raudo vuelo.
Por inútil que un árbol te parezca,
déjalo hermano labrador que crezca;
que si hoy no paga el riego que le diste,
quizás mañana podrá dar el leño
para tu cruz o para el lecho triste,
donde habrás de dormir tu último sueño.