Hoy está emocionada el alma mía
porque ha vuelto cantando a mi morada
el bello pajarillo que mi amada
ayer cerca de mí cantar oía.
Oyendo del gorjeo la armonía
ella gozaba tanto, la mirada
fija siempre en el pájaro, que nada
osaba oír de lo que yo decía.
Hoy al oír al pájaro, he pensado
en lo mucho que ella hubo gozado
oyéndolo. Avecilla que me encantas
Con tu canción mientras el sol destella:
enséñame a cantar como tú cantas,
para seguir cantado junto a ella