Te siento en el aire transparente,
gastando la mano complacida
De una rápida pasión suicida,
al silencio que sufre la serpiente
Se elogia del pie al sudor desnudo
Cama, mesa, tu ritmo de sirena,
vértigo apretado, aullido mudo
Lámpara ciega que al amor ordena
No te aseguro aún menos el mar
Es de cielo siniestro su velada
Que adorna oscuro su naufragar
Te imploro la sangre que perfuma
Delicioso ámbar, leche rojiza
Tu sexo frutal que escupe su bruma
Sonetos del Amor Infrañero.