Manos que se trepan
Nada de cielo salvo para el silencio
Orbitas inmóviles abren los anillos de aire
Un ojo acecha un ojo que se tiembla
Cosas y casas que me encantan y me cantan
Nido de lombrices rígidas multiplicándose ad infinitum
Un pez solido soluble se disuelve eléctricamente
El viento invita a hablar a los pájaros. Estos hablan
Una serpiente en muletas ofrece al público su espectáculo mimético
Tan lento tan lento que una burbuja se forma en su boca
Y del cielo fluyen duros corazones de durazno
Oh Arte de las noches, oh arte de los días
Mi balanza insensible que se llama perdón
Me obliga a sostener el paso ciego de los pozos
Porque el todo y la nada se corrompen juntos
Porque se sirven de excusa el uno al otro