Te veo a ti,
sumergido en mis recuerdos profundos, sintiendo todo como si estuviera allí,
y te veo de tantas formas, pero te veo doliéndome,
y te veo con tu aire intelectual preocupado por las noticias y la política cuando no era por cuánto más beberías ese día,
y te veo en momentos fugaces que se fusionan con ausencias,
cuando te veo me dueles, pero cuando no te veo me dueles más,
queriendo tanto ser suficiente para ti, que mis partes brillantes sí te gustan,
que aunque fuera con una figura ficticia yo reflejara mis talentos y entonces sonreirías, aplaudirías, me verías...
sólo entonces me verías,
y quería que lo hicieras, quería que lo hicieras tanto,
que te escondí mi llanto, me metí al armario y escribí para ti lo que no pude decirte nunca,
sollocé en silencio mis palabras de afecto para ti hasta quedarme dormida...
Los anhelos que perdí, cuando te veo bostezar a mi lado,
cuando me amé tan poco, cuando dijiste que me apoyarías en todo,
pero sólo a palabras.