La respuesta
Writter Armida Patterson
A toda pregunta le prosigue una respuesta,
excepto a las preguntas importantes.
Por ejemplo si me preguntas uno más uno te diré que dos,
si me preguntas qué es Tokio diría la capital de Japón,
si me preguntas la forma de la tierra, te diría que es redonda,
que existen tres colores primarios,
toda respuesta terrenal alcanzable en números, en ciencia, en historia,
la contestaría fácilmente para ti,
te diría todo lo que me han enseñado...
Pero es gracioso,
que hay preguntas que me he formulado cien veces.
que se las he formulado a la almohada cuando anochece,
navegando entre los rincones de mi mente esperando encontrar una respuesta,
perdí el norte mientras traté de hallar una certeza.
Todos somos lo mismo,
intentamos decifrar las historias en acertijos sin resolver,
miramos al cielo y preguntamos “Dios, ¿por qué?”
pero aprendí que a veces hay paz en no saber, en no entender,
y yo me lancé al mar,
sin brújula, sin mapa, sin saber qué camino seguiré,
y ¡qué liberador!
no tengo la respuesta y así estoy bien,
no me preguntes lo que no te puedo responder,
simplemente, no lo sé.
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