Encauzada en un recuerdo,
nombro tu ausencia,
en el pectoral de esta tarde,
como oxidada,
como de sombras,
como de olvido.
Ojos de tierra,
en los cuales yo sembraba
y florecer veía,
la ternura.
Amor de antaño,
ahí estás bien,
donde tu transparencia,
se funde en el paisaje.
Ahí te quiero,
donde tu ausencia,
es fuego,
y yo, que soy agua,
me evaporo.