Este poema lo escribí cuando el tiempo pasaba lento en el trabajo, maravilloso momento la llegada de mi colega con quien regreso a casa.
Comentario de la Editorial.
Congruente e interesante poema. Extiende la estética pre-
sentada anteriormente, mediante figuras ígneas y líquidas que ha-
blan del cambio; a través de un bello vitral, veo al sol apagarse y
siento la cercanía de la noche, mientras el sonido de un goteo me
hace evocar un tiempo que se pierde –o desperdicia– en la eternidad.
En cuanto a la estructura, me parece que –hábilmente– cada estrofa
guarda un secreto; en la primera, no se sabe mucho acerca de narra-
dor o interlocutor; en la segunda, descubro que alguien espera a
alguien más a quien estima mucho, aunque aún ignoro quiénes son;
en la tercera, me entero de esto: están distanciados sin remedio, a
pesar de lo cual una de las partes busca a la otra; en la cuarta estrofa,
es develado el amor inherente a la búsqueda mencionada, y también
capto que la decepción constituye el motivo del poema, pues se
confirma que tal situación no tiene remedio.