Nublado está el cielo,
y la luna se llena de locura.
El silencio que reina
anuncia la tempestad.
Mirarte a los ojos debe ser un arte,
que inspira acariciarte, abrazarte
y a sonreír por siempre, invitarte.
Mas me sostengo del suelo,
mientras se borra la más oscura
duda que mi alma traspeina...
y me convierto en inmensidad...
Tomarte de la mano debe ser más que humano,
pues haría olvidar hasta el fondo lo más mundano,
mientras bailamos el vals a ritmo del piano.
Dancemos entonces bajo la lluvia,
Y que el mundo con envidia nos vea al amanecer.
Cantemos, cantemos sin miedo mientras el cielo nos inunda,
Llorando gozoso nuestro nuevo trascender.