...y los días en que no me pertenezco,
en que, en vilo cuelga el corazón herido...
Como río turbulento, ya me arrastran los recuerdos...
Vuelve el alma a caminar con dolores ya muy viejos...
Cuántos puentes construídos
y abatidos tras furiosos huracanes
han quedado hechos pedazos.
Dónde están esos amores,
los que un día fueron vida...
Dónde están ya los caminos
que forjados con dulzura
se esfumaron de mi vida...
Y el orgullo te apacienta, guarda heridas aún abiertas
en el fondo de un viejo cajón cargado de miserias,
tan oscuras, dolorosas, imposibles...
que al abrirlo te acongoja y su olor tan pestilente,
abre poros ya cerrados con el tiempo.
Sólo quedan ya las dudas,
de si un día fue y no era...
Sólo queda en mi recuerdo
una vaga sensación del amado tan ausente,
tan querido y olvidado...
Sería que un día ese puente,
fué tejido, mas no fuerte,
para resistir tan poco ese amor que ya perdido,
entre sombras, en la bruma,
en la oscuridad que siente el alma...
del recuerdo del ausente.