Ya mi alma ensombrecida
no recibe el sol de la mañana,
el dolor se niega a desprenderse de ella...
A veces pienso si talvez podría yo cambiar
por algún recodo de su espacio
lleno de tristezas viejas, de sentires sordos...
Pero no puedo, de verdad,
porque mi esencia está cerrada
y sería difícil que pasara por mis venas
un poquito de dolor al corazón,
para descargar su inmenso peso
y dejar espacio para el tierno canto
de un hermoso pajarito...