Espina que atraviesa el recuerdo,
corazón que palpita sin ritmo,
pues mis años ya no cargan horas...
sólo el tiempo existe en cada soplo de mi alma.
...a veces ni mi cuerpo existe,
sólo es un generoso amigo,
que me lleva hacia los sueños.
...y mis manos cantan, aunque
la tristeza permanezca en ellas,
y sujeten almas desamparadas
tras el aullido cruel
del que no entiende.
Pero la luna duerme conmigo
y mis pesares... y luego el sol
como látigo rasga mis ojos,
y descubre con dolor
mis tristes sueños... entonces vuelvo
al juego absurdo de valentías,
de desenfreno de esperanzas,
con mano amiga, sin pero alguno
que detenga el alma, o el viaje tonto
de la vida.
...más, saldrá pronto la luna!!!...
y volverá a recoger mi alma,
y arrullará nuevamente con su infinito
velo de esperanza, todo el
cansancio... de mi desesperanza.