RECUERDO HERIDO DEL AYER que nunca será olvidado...
Sus ojos, color de mar, atentos y tristes apagan mi vida...
Cómo borrar pudiera que a mi alma, hoy,
no lastimara el recuerdo de la mano mustia
del viejo que llora, del hombre que un día como roble fuera...
¡Pero la muerte no espera
y de frente pega con su puntiaguda lanza,
cortando en pedazos el corazón que ama al que un día fuera
mi vida entera!