Dejé LA SOLEDAD DE MI ALMA
trepada en el alto copo de un árbol cualquiera
encontrado en el camino...
...Ando con sigilo
cuando baja pronta a recordar que existo.
Pero no podría ahora aporrear mi vida
como aquellas veces que mi corazón se hundía
hasta hacerse polvo, HASTA HACERSE NADA,
pues le gana el viento, su fresco sonido,
su caricia alegre que anima las penas...
Como los amigos que caminan cerca reafirmando mi alma...
cuando me distraigo,
cuando lágrimas asoman en mis ojos,
cuando me equivoco y en el laberinto de mis dolores
creo ya perderme...
CUANDO EN EL INFIERNO DE UN VAGO RECUERDO
ANUNCIO MI MUERTE, dejé mi tristeza montada en el árbol más alto,
donde no llega el viento...