La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Hijo, muerte y mujer mueven el mun… Respeta ambas.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible