La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos