I
Soy un pájaro buscando
areolas lisas
y cachetitos blancos
para caricias;
vuelo en los valles blandos
de piel ceniza
y engullo con las manos
sangre de niña.
II
Mis ojitos son falsos
y de mentira
pretendo que me paro
en las esquinas
encima del cableado
a oír la brisa,
pero hago que un sol blando,
de mujercita,
me deje acuchillarlo
hasta la risa
por medio de mi encanto
y la rutina
del beso y el engaño.
III
Vivo de amor, forzando
a las féminas,
bebiendo el licor claro
de sus axilas,
embriagándome en lo alto
con sus lágrimas
de papiro rasgado,
buscando espinas
entre el pétalo y el ramo
como el artista
que busca en el fracaso
su masa prima
IV
A veces, el abrazo
del sol al día
le devuelve el encanto
a mi alma herida;
y arder es un regalo,
porque las chicas
con cuerpo uniformado
y con gotitas
me dan el océano
en sus caricias.