Severo Sarduy

Aunque ungiste el umbral y ensalivaste...

Aunque ungiste el umbral y ensalivaste
no pudo penetrar, lamida y suave,
ni siquiera calar tan vasta nave,
por su volumen como por su lastre.
 
Burlada mi cautela y en contraste
—linimentos, pudores ni cuidados—
con exiguos anales olvidados
de golpe y sin aviso te adentraste.
 
Nunca más tolerancia ni acogida
hallará en mí tan solapada inerte
que a placeres antípodas convida
 
y en rigores simétricos se invierte:
muerte que forma parte de la vida.
Vida que forma parte de la muerte.
Preferido o celebrado por...
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