LXII
El primogénito del comisario
Florencio Pérez, pulcramente gana
su jornal de curtido funcionario
y el benjamín nos ha salido rana.
Mágina los subleva y los anida,
la vida los abreva y los destrona,
los hijos crecen, uno por herida,
octubre escuece porque no perdona.
¿Raíces? si te he visto no me acuerdo,
¿familia? bien, quitadme las esposas,
¿nostalgia? de las uvas que me pierdo,
¿cansancio? de quererte y no quererte,
¿adicción? a las curvas peligrosas,
¿ganas? de lo contrario de la muerte.