Cuando tú te quedes muda, cuando yo me quede ciego, nos quedarán las manos y el silencio. Cuando tú te pongas vieja,
Está bien que se mida con la dura sombra que una columna en el estío arroja o con el agua de aquel río en que Heráclito vio nuestra locur… El tiempo, ya que al tiempo y al d…
Llegas de nuevo, río transparente, todo cielo y verdor, nubes pasmada… lluvias o cabelleras desatadas, plenitud, ola inmóvil y fluente. Tu luz moja una fecha adolescente:
Los animales fueron imperfectos, largos de cola, tristes de cabeza. Poco a poco se fueron
Es una lástima que no estés conmig… cuando miro el reloj y son las cua… y acabo la planilla y pienso diez… y estiro las piernas como todas la… y hago así con los hombros para af…
De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. ...
La luna viene con nosotros, grande, redonda, pura. En los prados soñolientos se ven, vagamente, no sé qué cabras negras, entre las zarzamoras... Alguien se esconde, tácito, a nuestro pa...
Chisporrotea en el aceite hirviendo la alegría del mundo:
Hasta la hora del ocaso amarillo cuántas veces habré mirado al poderoso tigre de Bengala ir y venir por el predestinado cam… detrás de los barrotes de hierro,
¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que Alonso Quijano puede ser don Quijote sin dejar su aldea y sus libros. Soñará que una víspera de Ulises puede ser más pródiga que el poema...
Furtivo y gris en la penumbra últi… va dejando sus rastros en la marge… de este río sin nombre que ha saci… la sed de su garganta y cuyas agua… no repiten estrellas. Esta noche,
El hombre se despierta de un incie… sueño de alfanjes y de campo llano y se toca la barba con la mano y se pregunta si está herido o mue… ¿No lo perseguirán los hechiceros
Vosotras, las familiares, inevitables golosas, vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas. ¡Oh, viejas moscas voraces
Para que nunca haya malentendidos para que nada se interponga voy a explicarte lo que mi amor co… tus ojos que se caen de desconcier… y otras veces se alzan penetrantes…
“He querido adaptar a nuestra p… japonesa que consta de un prime… de uno de siete, de uno de cinc… Quién sabe cómo sonarán estos e… La forma original prescinde asi…
Hay tanta soledad en ese oro. La luna de las noches no es la lun… que vio el primer Adán. Los largo… de la vigilia humana la han colmad… de antiguo llanto. Mírala. Es tu…
La gente corre tanto porque no sabe dónde va, el que sabe dónde va, va despacio, para paladear
Tú quisiste morir enteramente, la carne y la gran alma. Tú quisis… entrar en la otra sombra sin la tr… plegaria del medroso y del dolient… Te hemos visto morir con el tranqu…
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual
En las manos te traigo viejas señales son mis manos de ahora no las de antes doy lo que puedo
El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limp… y allá en el fondo sueñan los frutos de oro...
Un pintor nos prometió un cuadro. Ahora, en New England, sé que ha… veces, la tristeza de comprender q… Pensé en el hombre y en el cuadro… (Sólo los dioses pueden prometer,…
El hijo de Rana, Rinrín Renacuaj… salió esta mañana, muy tieso y muy… con pantalón corto, corbata a la m… sombrero encintado y chupa de boda… “¡Muchacho, no salgas!” le grita m…
La forma de querer tú es dejarme que te quiera. El sí con que te me rindes es el silencio. Tus besos son ofrecerme los labios
Todas las cosas son palabras del idioma en que Alguien o Algo, noc… escribe esa infinita algarabía que es la historia del mundo. En s… pasan Cartago y Roma, yo, tú, él,
El rayo surca, sangriento, El lóbrego nubarrón: Echa el barco, ciento a ciento, Los negros por el portón. El viento, fiero, quebraba
Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrerías… marchito, impenetrable, como un ci… navegando en un agua de origen y c… El olor de las peluquerías me hace…
Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde,
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa d...
La memoria del tiempo está llena de espadas y de naves y de polvo de imperios y de rumor de hexámetros y de altos caballos de guerra
Siento mucho relatar lo que al fin relato hoy, porque ya dirán que soy amigo de exagerar; Y el que me ha de murmurar
Yo te untaré mis obras con tocino porque no me las muerdas, Gongoril… perro de los ingenios de Castilla, docto en pullas, cual mozo de cami… apenas hombre, sacerdote indino,
Mira, Platero, qué de rosas caen por todas partes: rosas azules, rosas blancas, sin color... Diríase que el cielo se deshace en rosas. Mira cómo se me llenan de rosas la frente, los hom...
Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas e… Collar, cascabel ebrio
Para un príncipe enano Se hace esta fiesta. Tiene guedejas rubias, Blandas guedejas; Por sobre el hombro blanco
Nunca me ha sido fácil encontrar la almohada adecuada a mis sueños a su medida exacta en la cabeza noche
(El alma vuelve al cuerpo, Se dirige a los ojos Y choca.) —¡Luz! Me invade Todo mi ser. ¡Asombro! Intacto aún, enorme,
Ese instante que no se olvida Tan vacío devuelto por las sombras Tan vacío rechazado por los reloje… Ese pobre instante adoptado por mi… Desnudo desnudo de sangre de alas
Cada abeja con su pareja. Cada pato con su pata. Cada loco con su tema. Cada tomo con su tapa. Cada tipo con su tipa.
¿A dónde iremos donde la muerte no existe? Mas, ¿por esto viviré llorando? Que tu corazón se enderece: Aquí nadie vivirá por siempre.
Llegué por el dolor a la alegría. Supe por el dolor que el alma exis… Por el dolor, allá en mi reino tri… un misterioso sol amanecía. Era alegría la mañana fría
Cómo voy a creer / dijo el fulano que el mundo se quedó sin utopías cómo voy a creer que la esperanza es un olvido o que el placer una tristeza
Pompas del mármol, negra anatomía que ultrajan los gusanos sepulcral… del triunfo de la muerte los glaci… símbolos congregó. No los temía. Temía la otra sombra, la amorosa,
La nieve de Nortumbria ha conocid… y ha olvidado la huella de tus pas… y son innumerables los ocasos que entre nosotros, gris hermano,… Lento en la lenta sombra labrarías
Ay hijo, sabes, sabes de dónde vienes? De un lago con gaviotas blancas y hambrientas. Junto al agua de invierno
Yo la amé, y era de otro, que tamb… Perdónala Señor, porque la culpa… Después de haber besado sus cabell… nada importa la culpa, pues no imp… Fue un pecado quererla, Señor, y,…
Que el hombre no sea indigno del Á… cuya espada lo guarda desde que lo engendró aquel Amor que mueve el sol y las estrellas* hasta el Último Día en que retumbe
¡Oh, lengua de los cantares! ¡oh, lengua del Romancero! te habló Teresa la mística, te habla el hombre que yo quiero. En ti he arrullado a mi hijo
El círculo del cielo mide mi glori… las bibliotecas de Oriente se disp… los emires me buscan para llenarme… los ángeles ya saben de memoria mi… Mis instrumentos de trabajo son la…
Esta tierra sobre los ojos, este paño pegajoso, negro de estre… esta noche continua, esta distanci… Te quiero, país tirado más abajo d… pobre sombra de país, lleno de vie…
Cristo en la cruz. Los pies tocan… Los tres maderos son de igual altu… Cristo no está en el medio. Es el… La negra barba pende sobre el pech… El rostro no es el rostro de las l…
No es que muera de amor, muero de… Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin…
una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando el azul se deshoja,
En el tabaco, en el café, en el vi… al borde de la noche se levantan como esas voces que a lo lejos can… sin que se sepa qué, por el camino… Livianamente hermanos del destino,
Dirijo este poema (por ahora aceptemos esa palabra) al tercer hombre que se cruzó conm… no menos misterioso que el de Aris… El sábado salí.
Ella está en el horizonte. Yo me acerco dos pasos y ella se a… Camino diez pasos y el horizonte s… Por mucho que yo camine, nunca la… ¿Para que sirve la utopía? Para e…
Soy el único hombre en la tierra y… Acaso un dios me engaña. Acaso un dios me ha condenado al t… Sueño la luna y sueño mis ojos que… He soñado la tarde y la mañana del…
—Ésta—dijo Dunraven, con un vasto ademán que no rehusaba las nubladas estrellas y que abarcaba el negro páramo, el mar y un edificio majestuoso y decrépito que parecía una caballeriza v...
—Tío Pío, en el cole me han pedido que escriba una poesía a la prima Primavera. ¿Tú quieres que te la lea,