José Angel Buesa

Poema de la culpa

Yo la amé, y era de otro, que también la quería.
Perdónala Señor, porque la culpa es mía.
 
Después de haber besado sus cabellos de trigo,
nada importa la culpa, pues no importa el castigo.
 
Fue un pecado quererla, Señor, y, sin embargo
mis labios están dulces por ese amor amargo.
 
Ella fue como un agua callada que corría...
Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.
Perdónala Señor, tú que le diste a ella
su frescura de lluvia y su esplendor de estrella.
 
Su alma era transparente como un vaso vacío.
Yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.
 
Pero, ¿cómo no amarla, si tú hiciste que fuera
turbadora y fragante como la primavera?
 
¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
sobre la yerba seca y ávida del estío?
 
Traté de rechazarla, Señor, inútilmente,
como un surco que intenta rechazar la simiente.
 
Era de otro. Era de otro, que no la merecía,
y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.
 
Era de otro, Señor. Pero hay cosas sin dueño:
Las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.
 
Y ella me dio su amor como se da una rosa,
como quien lo da todo, dando tan poca cosa...
 
Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:
ella no fue culpable, Señor... ¡ni yo tampoco!
 
La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella
y me diste los ojos para mirarla a ella.
 
Toda la culpa es tuya, pues me hiciste cobarde
para matar un sueño porque llegaba tarde.
 
Sí. Nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar
y si es culpable un río cuando corre hacia el mar.
 
Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,
que sería un pecado mayor si no la amara.
 
Y, por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella,
que tú que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,
 
tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
¡tú también la amarías, si pudieras ser hombre!

Oasis (1943)

#Cubanos #SigloXX

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Interesantes y atrevidos argumentos son los que expone el poeta José Angel Buesa en esta confesión versificada, escrita más con un afán de sobrellevar el remordimiento que de expiar una culpa por caer en una tentación de la que se sabe con plena intención de reincidir. Su "pecado" no desatará la ira de Dios, por una sencilla razón que expuso Mafalda con toda claridad: "¡Qué se va a enojar, si nos tiene una paciencia..!" Además Buesa tiene una atenuante ante su grave infracción contra las buenas costumbres y la sagrada y atificiosa institución del matrimonio, asume para sí toda la responsabilidad y las posibles consecuencias. Más apasionante aún nos puede parecer este poema si nos enteramos que tiene dos posdatas, el poeta escribió las opiniones y sentimientos de "ella" y del "el otro" en sendas secuelas poéticas, de tal manera que le concede voz y derecho de réplica a los tres implicados en este triángulo amoroso. La sospecha muy bien fundada de que sus tres poemas de la culpa sean del todo autobiográficos, potencia el interés del Respetable Público por este drama en versos pareados. Todo lector ávido de leer los tres poemas de la culpa, tiene dos opciones: Conseguir un ejemplar del libro "Oasis" (lo que resulta muy difícil en la actualidad). O la otra alternativa más inmediata, leer la trilogía en el blog Poéticous. Os aseguro que resultará más emocionante que ver una simple telenovela.

@Alfredo Jiménez G.: La religion lo hace culpanle...Aquí solo habla ...El amor..

@Marta Gloria:

Me encanta este tipo de poesía, ya la conozco pero la había perdido, ahora puedo acceder a ella desde internet, que bie oara los cubanos

Me gusta mucho este poema

La religión lo hace culpable..aquí solo habla El Amor maravilloso senyimiento.

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