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Poesía, bestia divina y salvaje...…
Donde tú estás, están la paz y el… No más noches de lluvia ni alborad… Tus fríos pies están fuera del mun… se quedaron colgando por el borde del mundo... Y en tus manos, siemp…
Si pudiera escogerlas libremente entre las más brillantes o las más obscuras; si te fuera dado entresacarlas con mano trémula, como hace ante las piedras preciosas el orfebre encargado ...
¡Cómo se ha llenado de ti la soled… La soledad me huele a ti como si e… ¡Cómo está llena de ti la soledad,…
He dormido al amor en su cuna de n…
Este río de nombre musical llega a mi corazón por un camino de arterias tibias y temblor de di… Él no tiene horizontes de Amazonas ni misterio de Nilos, pero acaso
Los ojos miran las azules estrella…
Hombre que me besas, hay humo en tus labios. Hombre que me ciñes, viento hay en tus brazos. Cerraste el camino,
Tú, paz mía... Aceite sobre mi mar en remolino, gusto, sal de mi vida. Tú, espejo milagroso que no reflejas mis tinieblas
Amar la gracia delicada del cisne azul y de la rosa rosa; amar la luz del alba y la de las estrellas que se abren y la de las sonrisas que se alarga…
El sol se ha rajado y cae un chorro de oro sobre mi corazón. Es un oro ardiente que salta sobre las nubes
Miro siempre al sol que se va porque no sé qué algo mío se lleva…
La mujer que tiene su amor en el m… es como más fina o más irreal: Va sobre la tierra y parece que va sobre el agua.—Un agua que no se v… La mujer que ama un amor de mar
Si fuera nada más que una sombra sin sombras; que una intima tiniebla de dentro para fuera... Si fuera—nada más—la misma tiniebla de hoy... O la de ayer,
Estas son mis alegrías: las he con… Estas son mis tristezas. Contarla… Esta soy yo: fundida con mi sombra…