Dulce María Loynaz

La mujer de humo

Hombre que me besas,
hay humo en tus labios.
Hombre que me ciñes,
viento hay en tus brazos.
 
Cerraste el camino,
yo seguí de largo;
alzaste una torre,
yo seguí cantando...
 
Cavaste la tierra,
yo pasé despacio...
Levantaste un muro
¡Yo me fui volando!...
 
Tu tienes la flecha:
yo tengo el espacio;
tu mano es de acero
y mi pie es de raso...
 
Mano que sujeta,
pie que escapa blando...
¡Flecha que se tira!...
(El espacio es ancho...)
 
Soy lo que no queda
ni vuelve. Soy algo
que disuelto en todo
no está en ningún lado...
 
Me pierdo en lo oscuro,
me pierdo en lo claro,
en cada minuto
que pasa... En tus manos.
 
Humo que se crece,
humo fino y largo,
crecido y ya roto
sobre un cielo pálido...
 
Hombre que me besas,
tu beso es en vano...
Hombre que me ciñes:
¡Nada hay en tus brazos!...
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