Es á la sombra del silencio santo bajo el silencio de la sombra augu… lánguidamente va volando el canto de una campana sobre la robusta rocosa serranía á la que el llanto

Te recitaba, Becquer... Golondrin… refrescaban tus sienes al volar; las mismas que, piadosas, hoy, Ter… sobre tu tierra vuelan sin cesar. Las mismas que al Señor, de la co…

Anda con cuidado por donde caminas… te picó la zarza y por eso lloras; son sus hojas verdes entre las esp… ¡tan blancas las flores! ¡tan negr…

Llevabas con tu mano a tu hermanit… de la mano, las letras sobre el papel arando, y preguntab… «¿Qué dice aquí, Teresa?» «Te quiero mucho dice, mucho... mu…

¡Oh en aquellos ratos cálidos, a punto de desmayar, casi cadáveres... pálidos... calina sobre la mar... los corazones inválidos!

Gracias, Señor, voy a morir al ca… gracias te doy, Señor; no mis del Tiempo que nos mata esc… libre por el amor! Ahora es cuando el cielo es todo r…

Mi corazón latía contra el hierro de la implacable reja; callábamos los dos y nos mirábamos a nuestras manos quietas. Por matar el silencio peligroso,

No me preguntes más, es mi secreto… secreto para mí terrible y santo; ante él me velo con un negro manto de luto de piedad; no rompo el set… que cierra su recinto, me someto

Bajo tu blanca mano fría, el negro… tibio, curvo y sedoso, lento ronro… lucientes de húmedo brillo d morro… y los verdes ojos en que el crista… Dormitaba por fuera, dentro recoji…

Con tus dedos marfileños ágilmente los bolillos revolvías; los bolillos que traían a mi m, en… entre negras antasíaS, a los dedos descamado:, de la Intr…

En el silencio estrellado la Luna daba a la rosa y el aroma de la noche le henchía —sedienta boca— el paladar del espíritu,

¡Ave, María! El sol se. acuesta e… centered¡Ave, María! El verdor de su hierba está ya en… centered¡Ave, María! Por jní y por ella, ¡por nosotros,…

Las dos conchas de nácar que bebía… para, ti mis palabras, la luz del sol trasparentaban dulc… una luz escarlata. Y tú oías al sol mientras me oías;

Eres tú mi poesía, eres tú mi creación, eres tú, Teresa mía, tronco de mi corazón. Tú me has dado Ja palabra

Una visión gocé, dulce beleño para mi fiel dolor, anoche en sueñ… vi no un ángel, una ángela, que hi… en la celeste esfera, y el huso ai son de las alas sonab…