#Españoles #Generación98
Ya que sabes de amor y de dolores óyeme bien, Señora, y ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte
Reventó el Sol como una peonía en la lejana sierra, mis lágrimas sobre tu yerba verde brillaron como perlas. Brillaron como perlas de rocío
A la puesta, del sol vi la corona de siemprevivas que colgué con man… temblorosas del leño que eslabona tu tierra con tu cielo como herman… Era como un estrobo en su tolete;
Te pedí un vaso de agua, y al dárm… te temblaban de fiebre las manos, y probaste dos gotas primero mojando tus labios Si fué filtro de amor o veneno
«En el verano, sí, me iré a la sie… para dorarme al sol de las alturas… tú sabes bien que don José no yerr… que le llaman el mago de las curas… Volveré toda fresca, hecha un pimp…
¡Tu vida, vida mía, desprendida de la vida de Dios! Al llevártemela, apuré mi vida la vida de los dos! Al verte envuelta en funerales pañ…
Era de noche; las estrellas, ojos del Padre nuestro lacrimosos, clar… a nuestra Madre, que en la noche e… dormía sus dolores, contemplaban. Yo, respirando el fresco de la noc…
Mi corazón latía contra el hierro de la implacable reja; callábamos los dos y nos mirábamos a nuestras manos quietas. Por matar el silencio peligroso,
Mi Teresa es española y mi España es tereaiana; vive mi alma siempre sola; mi patria es la del mañana. Aldonza hecha Dulcinea
«Mira—me dijo, el dedo al encendid… poniente, todo hecho sangrientas f… esos son los volantes del vestido de Nuestra Señora de los Dolores.… «La de las siete espadas?» «Sí, l…
Leer, leer, leer, vivir la vida que otros soñaron. Leer, leer, leer, el alma olvida las cosas que pasaron. Se quedan las que quedan, las ficc…
Era hacia navidad, en el más breve día del año, cuando ya la nieve coronaba la sierra, y el sol, todo luz, más amortiguad… su fuego, se acostaba tibio en tie…
El río claro de tu voz fluía tan sosegado y manso que era agua cristalina que corría en ¡brazos de un remanso En él se retrataban de tu pecho
Tú que callas, ¡oh Cristo!, para… oye de nuestros pechos los sollozo… acoge nuestras quejas, los gemidos de este valle de lágrimas. Clamamo… a Ti, Cristo Jesús, desde la sima
Cuando baja por la tardo del cielo la hora bendita en que acudía a la cita temblando mi corazón, siento que me estruja el pecho