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Pasaste por mi corazón como el tem…
Voy —río negro—en cruces, en ángul…
No cambio mi soledad por un poco d… Pero es que el mucho amor también…
Ya no hablaré más nunca: Seré men… que el cisne, no dando a la vida ni el último acento. Más que la tierra voy a ser callad… y humilde y triste.
Este espejo colgado a la pared, donde a veces me miro de pasada... es un estanque muerto que han traí… a la casa. Cadáver de un estanque es el espej…
Yo soñaba en clasificar el Bien y el Mal, como los sabios clasifican las mariposas: Yo sonaba en clavar el Bien y el… en el obscuro terciopelo
Apasionado y febril como el amor d…
Todo lo que era monte aquí, en est… Todo lo que era flor está cantado;… Se sabe el color de mi primera mar… Contado se han los milenios que me… Los sabios dieron nombres a mis va…
Todos los días, al obscurecer, ella sale a encender su lámpara para alumbrar el camino solitario. Es aquel un camino que nadie cruza nunca, perdido entre las sombras de la noche y a ple...
El primer velo era blanco y se desprendió suavemente, como nube llevada por la brisa. Rosa-lila, el segundo –ceniza sobre rosas–. Y como una rosa, se deshojó en el aire. Un tercer velo ...
Tú, que amas un amor fantasma y que das un nombre a la niebla, a la ceniza de los sueños... Tú, que te doblas sobre ti misma como el sauce se dobla
Viendo volar las criaturas que el Hacedor dotó de semejante privilegio, el alma se me llena de esos celos obscuros que se dan muchas veces entre hermanos. Pienso que hay tantas alas en ...
Con mi cuerpo y con mi alma he pod… Mi alma era rebelde y, como los do… Pero la hice al fin saltar aros de… Mi cuerpo fue más dócil. En reali… No acerté a hacerlo; pero ahora, e…
Esta palabra mía sufre de que la e… He de luchar con ella siempre, com…
Ayer quise subir a la montaña, y el cuerpo dijo no. Hoy quise ver el mar, bajar hasta la rada brilladora, y el cuerpo dijo no. Estoy desconcertada ante esta resistencia obscura, esta in...