Yo soñaba en clasificar
el Bien y el Mal, como los sabios
clasifican las mariposas:
Yo sonaba en clavar el Bien y el Mal
en el obscuro terciopelo
de una vitrina de cristal...
Debajo de la mariposa
blanca, un letrero que dijera: “EL BIEN”.
Debajo de la mariposa
negra, un letrero que dijera: “EL MAL”.
Pero la mariposa blanca
no era el bien, ni la mariposa negra
era el mal... ¡Y entre mis dos mariposas,
volaban verdes, áureas, infinitas,
todas las mariposas de la tierra!...