En la tarde de ayer he visto en el museo la columnita de marfil que tú pintaste de azul, de rosa y de amarillo. Por esa frágil pieza sin aplicación y sin sentido en nuestras bastas exis...

Hay en ti la fatiga de un ala much…

Amado mío, dame la rosa de ayer o…

Y dije a los guijarros: —Yo sé que vosotros sois las estre… Entonces los guijarros se encendie…

El guijarro es el guijarro, y la estrella es la estrella. Pero cuando yo cojo el guijarro en mi mano y lo aprieto y lo arrojo y lo vuelvo a coger... Cuando yo lo paso y repaso entre mis...

La niña ciega quiere saber cómo es el mar: Desde la orilla tiende su mano

Vivía –pudo vivir– con una palabra… Murió con la palabra apretada entr… Echaron tierra sobre la palabra. Se deshicieron los labios bajo la… ¡Y todavía quedó la palabra apreta…

El mundo entero se me ha quedado v… hombres que se olvidaron de llevar… Sola estoy en esta vasta tierra, s… animales que tampoco los hombres n… que no creen necesitar.

¡Cómo se ha llenado de ti la soled… La soledad me huele a ti como si e… ¡Cómo está llena de ti la soledad,…

Soledad, soledad siempre soñada...…

He dormido al amor en su cuna de n…

Sólo clavándose en la sombra, chup… de la sombra, se logra hacer para… Grato es el aire, grata la luz; pe… y el que no ponga el alma de raíz,…

Pasaste por mi corazón como el tem…