#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos #SigloXX
Levanta a mí tu perfumada llama y envuélveme en tu círculo de fueg… Si el aire te acaricia con su jueg… hecho rocío el corazón te ama. Hacia el parado tallo en que se ad…
No existe el tiempo sino el insist… aletear de un pájaro perdido en la niebla volando oscuramente buscando su razón y su sentido. No existe sino el golpe reincident…
Si la raíz se cambia en primavera y en colibrí la rama reflorece es porque el árbol de la cuna mece la sangre iluminada en lo que espe… Si la mano coincide con la esfera
Pobre rosal del corazón. Las rosa… se han marchitado todas, una a una… En el jardín amigo no hay ninguna de las tierras hermanas olorosas. Se fueron las más puras. Las sere…
¿Cómo te llamas, noche de esta noc… Dime tu nombre. Déjame tu santo y seña para que yo te reconozca siempre
¿Eres el que lloroso encanecía príncipe de la pluma esplendorosa, que si no el don perfecto de la ro… tienes don de profética elegía? Levantas tu escarpada melodía
Ya solo soy la sombra de tu ausenc… una oscura mitad que se acostumbra… dulce granada abierta en la penumb… madura a tu rigor. Sorda existenci… Desmayado vivir, ciega obediencia
Cuando en el río helado del espejo vierto la soledad de mi figura, miro cómo afanosa mi criatura se quiere desprender del hombre vi… Es la batalla en que sin miedo dej…
¿Y si llegaras tarde, cuando mi boca tenga sabor seco a cenizas, a tierras amargas? ¿Y si llegaras cuando
Ponte frenillo’ en los hombros, mulata, y en el ombligo. Vas a volar en la rumba. ¡Te voy a empinar, te digo! Abre el chal
Despierto es el embozo de sonrisa que el abanico de una estrella vel… mientras el ojo caricioso cela el paisaje vestido de su brisa. Alegría inefable; alma indivisa
Cada cosa tiene un pulso: Pon la mano en su latido. Cada cosa dice algo: acerca humilde el oído. Poema de la ele
El pie en el primer estribo Del viaje inicial. En los ojos, en los ojos ¡qué mundos de maravilla! Y la primera mirada
Se apagaron de pronto las campanas… enmudecieron hoscos los balcones y se espantó la luz en brusco vuel… Tendí con la mirada luz sobre los caminos.
¡Qué penumbra de dalia desterrada! ¡Qué eclipse de guitarra y romance… ¡Qué apagarse de trenzas y toreros yerra doliente por tu madrugada! Salgo al aire con pala y con azada