#EscritoresEspañoles
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.